Un insólito recorrido diario

9 de junio de 2008

Son tan sólo unas 50 cuadras las que separan a la estación Boulogne del Ferrocarril Belgrano de la estación San Isidro del ramal Mitre. Existen tres líneas de colectivo que realizan ese recorrido y en menos de 30 minutos pueden llevar a cualquier persona de un punto a otro. Pero Cristina Block no tiene esa posibilidad. Nació con osteogénesis imperfecta, una enfermedad que se conoce como “huesos de cristal”, que provoca que se fracture fácilmente, por lo que debe utilizar silla de ruedas.

Las tres empresas de colectivos en las que debería viajar para trasladarse de su casa al trabajo confirmaron que no poseen unidades adaptadas. “Los pasillos son muy angostos. Adelante hay lugar para poner la silla, pero para subir tampoco tienen rampas”, reconoció un empleado de la línea 338.
Para llegar al lugar donde vende los billetes de la Lotería La Solidaria, Cristina viaja hasta la estación Retiro con el ferrocarril Belgrano, y allí toma el tren que la lleva a San Isidro.

“Yo hago una vida normal, pero a veces siento estrés por los viajes. Siempre digo que a mí no me detiene la silla, sino el no tener una infraestructura adecuada como exige la ley.”

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1 comentarios:

Rode Classen dijo...
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